
Hola, soy Vanessa Gil, autora de
— Libros de ficción y no ficción en el ámbito del crecimiento personal
— «Cafés» para tomar y para llevar
— Y otros recursos y materiales para inspirarte, comprenderte y mandar TÚ sobre tu mente
Todo ello con un único propósito: que salgas de aquí mejor que cuando entraste.
BREVE PERFIL PROFESIONAL ▽
Estudié Educación Social y un Experto en Intervención Psicoeducativa y me formé en otras áreas del desarrollo personal, la motivación, la psicología y la filosofía.
Mi camino profesional ha estado vinculado a la intervención, formación y orientación de personas en situaciones de especial dificultad y procesos de cambio.
Y en el ámbito literario, he sido colaboradora durante algunos años de la revista de psicología positiva Mente Sana (RBA Editores) y he publicado un par de libros con la editorial Corona Borealis. Desde entonces, soy autora independiente, como puedes ver en mi Tienda.
POR QUÉ ESCRIBO ▽
Me encanta escribir, disfruto tratando de expresar con claridad, sencillez y belleza la esencia de las cosas.
Me interesa todo lo vinculado al conocimiento del ser humano y su capacidad para ser mejor, así como la comprensión de la mente, el pensamiento y la conciencia en su relación con la paz interior y la felicidad. Por eso escribo libros, artículos y materiales de crecimiento personal.
Pero también escribo novelas, cuentos, relatos y guiones cinematográficos porque he descubierto el placer de expresar ideas como las que plasmo en mis ensayos, pero con las inmensas posibilidades creativas que ofrece la ficción y, en especial, desde mi visión del realismo mágico, mi género favorito.
POR QUÉ SIRVO «CAFÉS» ▽
Si tuviera que resumir en una sola razón por qué me tomo contigo…
Cafés Personales
Por la pura, simple y grata sensación que experimento al intentar eso de “que nadie llegue jamás a ti sin que al irse se sienta un poco mejor y más feliz”.
▷ Libros y productos relacionados: Tu felicidad al desnudo, Las leyes de tu vida, Las perlas de Sofía y la Baraja de la conciencia
Cafés de Trabajo
Porque tras mi experiencia como orientadora laboral y, sobre todo, como encontradora profesional de empleo en una trayectoria que, por circunstancias de la vida, durante mucho tiempo ostentó el dudoso honor de contar con más contratos firmados que años vividos, el único sentido que veo a mi periplo es poder compartir contigo mi enfoque y todo lo que he aprendido por si puedo ayudarte a ser más eficaz y evitarte algunos sinsabores.
▷ Libro relacionado: El encontrador profesional de empleo
Cafés de Estudio
Porque puse fin a este periplo opositando. Y, de nuevo, como el camino no fue precisamente como yo esperaba, encuentro sentido al sinsentido compartiendo contigo mis aprendizajes con el genuino deseo de facilitarte el estudio: ayudándote a encontrar tu propio método y a fortalecerte en este duro camino.
▷ Libro relacionado: La isla de los funcionarios
DE DÓNDE PARTO CONTIGO ▽
Creo que el estado natural de todo ser humano que no ha sido tocado por la desgracia es la alegría. No estoy revelando nada extraordinario: cualquier bebé es alegría pura, sin diluir.
Estar contento no es estar eufórico, sino en paz contigo mismo, con tu vida y con el mundo. En otras palabras, creo que:
✖️ La felicidad no es un estado de euforia constante (e imposible), ni la ausencia de dolor, dificultades y de cosas que escapan a tu control. Se puede estar pasando por circunstancias muy difíciles y ser feliz, aunque uno no irradie alegría en esos precisos momentos.
✔️ Ser feliz es ser capaz de VER, COMPRENDER, ACEPTAR y, por fin, AMAR la realidad tal y como es. No tal y como eres o deseas. Sin filtros ni vendas.
Así que cuando hay algo que te preocupa, te frena o te da miedo, te hace sufrir y te quita la alegría de vivir; o te sientes insatisfecho, desmotivado ante tus objetivos, incomprendido, perdido o desorientado, sin expectativas ni ilusiones… hay un obstáculo que te impide vivir en tu estado natural. Y es tu responsabilidad, como dueño de ti mismo, restablecer tu equilibrio.
Y para ello, como seguro que sabes bien, tienes 3 opciones:
1. Cambiarlo… si sabes y puedes (y te corresponde a ti cambiarlo).
2. No cambiarlo… y resignarte a sufrir.
3. Cambiar tu enfoque.
Cambiar tu enfoque es tu libertad última, algo que sólo depende de ti y que nadie puede arrebatarte.
Cambiar tu enfoque, adoptar una postura más amplia, no es autoengañarte. En realidad, el autoengaño es justo lo otro: acotar tu visión, pensar que sólo tienes una forma de pensar o de hacer las cosas… ésa es la venda con la que tapas tu visión objetiva de las cosas. Porque la única forma de ver algo correctamente es verlo en su totalidad.
A lo largo del tiempo he descubierto que una cosa es el dolor, que es inevitable, y otra bien distinta es el sufrimiento, que sí podemos evitarlo porque es nuestra reacción a ese dolor. Y que aprendemos sufriendo lo que no sabemos aprender de otra manera. Si por alguna de aquéllas vinimos a este mundo con una cuota de sufrimiento por pagar, ¿no sería estupendo ir liquidando nuestra deuda?
PERO para ello
✖️ NO CREO en el optimismo postizo, ni en agregar ideas, teorías, procesos o técnicas para lograr lo que se supone que debería ser lo natural a nuestra condición humana: vivir contento y en paz.
✔️ CREO que se trata más bien de eliminar esos obstáculos que nos impiden conectar con lo que traemos de serie desde que nacimos. Porque sentirse bien, por mucho que nos hayan contado, no va tanto de pintura (que nuestra vida sea un cuadro lleno de cosas bonitas), sino más bien de escultura: quitar lo que sobra para que emerja nuestra alegría natural.
A DÓNDE VOY CONTIGO ▽
No soy psicóloga, ni coach, ni gurú.
Me gusta hablarte con sencillez desde mi humilde enfoque personal (subjetivo y parcial, claro está), pero también desde mi experiencia profesional y con mi más sincera intención de serte útil y de que los recursos que aquí encuentres te acompañen con naturalidad y cariño en tu camino.
Y te hablo a ti si, como yo, quieres mayor claridad, conciencia y motivación en tu vida. Y quieres lograrlo de una forma NATURAL, serena y humana, sin “técnicas” ni “métodos”:
Claridad
Porque a veces damos tantas vueltas a las cosas, nos enredamos tanto en nuestros pensamientos, que perdemos la perspectiva y viene bien una visión externa para disipar la niebla de lo que nuestras emociones (o nuestra mente rumiante) no nos dejan ver.
Conciencia
Valorar enfoques, alternativas o aspectos en los que “no habíamos caído” en ocasiones hace que nuestro punto de vista se amplíe y de pronto el aire que respiramos nos parezca más fresco…
Motivación
Porque no basta con saber: hay que hacer.
Y, no sé a ti, pero a mí a veces me sienta estupendamente que me empujen hacia donde yo quiero ir.
Y ahora que ya has empezado a conocerme, ¿me permites conocerte a mí también?
¿Quieres colaborar conmigo o invitarme a participar en algún proyecto?