Café de Estudio

Un café de estudio NO es un sustituto de un profesor/preparador especialista en la materia que estudias, porque éste es, sencillamente, el profesional más adecuado para resolver las dudas propias del contenido al que te enfrentas.

La preparación técnica de la materia es, a mi juicio, insustituible. De hecho, si te estás planteando abordar en serio el estudio, por ejemplo, de una oposición, y dudas sobre si contar con la ayuda de una buena academia o un buen preparador mi respuesta es, sin duda alguna: sí.

Un café de estudio es para ti si estás preparando oposiciones o se te ha atravesado una materia de gran contenido memorístico en tus estudios y …

— Te sientes abrumado porque detectas que te falta método, organización personal o sistema de trabajo
— Estudias como crees que estudian los demás, pero sin demasiada convicción en lo que estás haciendo y en realidad no conoces bien cómo funciona tu memoria
— No estudias mal, pero piensas realmente que tus resultados podrían ser mucho mejores si aprendieses a ser más eficiente
— No dominas muy bien las diferentes técnicas de estudio
— Tienes poco tiempo para estudiar y muchas otras obligaciones que atender que dificultan la atención que le dedicas al estudio
— Te falta motivación, fuerza de voluntad, concentración o disciplina
— Te has embarcado en el estudio de una oposición con el recuerdo fresco en tu memoria de no haber sido muy buen estudiante y a pesar de estar asistiendo a una academia o preparador, a la hora de sentarte a estudiar te estás encontrando con serias dificultades para sacarlo adelante
— Llevas años preparando oposiciones y no obtienes los resultados esperados
— … y cualquier otra circunstancia que esté bloqueando o dificultando tu hábito de estudio.

Si necesitas aire fresco. Abrir las ventanas a repensarte, reinventarte, revisar tu método de estudio y cambiar lo que ha dejado de funcionar. Tener un sistema propio y adaptado a ti que puedas ir adaptando para que puedas sostener tu carga con más facilidad. Para que esas sensaciones de frustración, agobio, desorientación, falta de fuerza y motivación… queden atrás para siempre.

Porque hay personas que con el apoyo de una academia o un preparador obtienen los resultados deseados y es estupendo. Pero hay otras personas a las que esto les resulta insuficiente porque la dificultad no la encuentran en la comprensión del contenido que estudian, sino en algo mucho más básico y que termina marcando la diferencia entre los que consiguen lo que quieren y los que no (además del factor suerte, indudablemente).

Muchos aspectos son puramente metodológicos, como:
— El foco y la priorización del estudio
— La metodología de estudio: la organización personal, las técnicas de estudio y la eficacia en la memorización
— La calidad y optimización de ese tiempo de estudio
— …

Pero también hay otros aspectos más motivacionales, como:
— El esfuerzo de sentarse a estudiar
— La autodisciplina extendida a lo largo de un período muy largo de tiempo
— Las dolencias físicas que trae aparejadas el estudio intenso
— La tolerancia a la incertidumbre, en el caso del proceso opositor
— El sentimiento de culpa por no atender como antes otras responsabilidades
— La motivación y el manejo del estado de ánimo
— …

Aspectos, todos ellos, que van mucho más allá del contenido de la materia y que no suelen ser considerados por entenderse, simplemente, como parte del sacrificio. Sin embargo, en la mayoría de los casos son cuestiones TAN IMPORTANTES que determinan que las personas continúen con su reto o lo abandonen, así de simple.

En un café de estudio abordamos en la práctica aspectos que habitualmente giran en torno a las cuestiones anteriores y que trato en mi libro La isla de los funcionarios (EN PREPARACIÓN, aquí puedes apuntarte si quieres que te avise cuando lo termine).

Y, como te decía al principio, partimos juntos de TU materia y TU método de estudio, si lo tienes y, si no, creamos juntos el que más se adapta a ti. Y abordamos aspectos motivacionales y actitudinales que puedan estar dificultándote aún más tu estudio.

Porque estudiar puede llegar a ser MUY duro y llegamos más lejos cuando estamos más cerca.

Por mi parte, creo que puedo ayudarte a encontrar tu propio método y a fortalecerte en este duro camino porque te brindo:

— Mi propia experiencia personal y mi metodología más propia y depurada en estudio de mi propia oposición
Mi camino no fue precisamente como yo esperaba. Duró más de lo aceptable: casi 5 años. Porque pese a los buenos resultados de mis exámenes, los escasos procesos selectivos a los que tuve oportunidad de acceder (en época de pandemia de COVID, para más dificultad) tenían una fase de concurso en la que yo, sencillamente, no tenía nada que ofrecer por no poseer experiencia laboral en la Administración.

Pero como los resultados de mis exámenes me avalan —si hubiesen sido procesos de sólo fase oposición, sin concurso, habría obtenido plaza en 3 ocasiones antes de obtener la mía propia—, creo que a nivel metodológico puedo resultarte útil en la preparación de tu oposición o de esa materia memorística que tanto te está costando.

— Mi experiencia profesional como especialista en crecimiento personal y motivación.
Además de la parte metodológica, hay que tener una voluntad muy fuerte para resistir estudiando tantos años y a un ritmo intenso. Hay opositores que, como los agricultores, se dejan un tiempo de “barbecho”, sin estudio, y más adelante lo retoman cuando las circunstancias externas son más propicias (por ejemplo, que salgan más convocatorias) y se sienten más motivados. Y probablemente sea la opción más práctica, eficiente e inteligente. Pero yo sabía que, en mi caso, tontear con el “barbecho” era tontear con la posibilidad del abandono porque sabía que si aflojaba encontraría muchas y poderosas razones para no volver a estudiar nunca más. Así que me obligué a mantener un ritmo intenso de estudio durante todo el tiempo, por lo que creo que puedo acompañarte en tu proceso no sólo para que no mueras en el intento, sino para que salgas aún más fuerte de lo que ya eres.

Hace falta mucho ánimo, templanza y disciplina para que tu autoestima y tu motivación no se resientan en este camino. Y eso es lo que intento que desarrolles en nuestros cafés de estudio.

“Lo que más me gusta de Vanessa es que ‘mete caña’: te toca donde más te duele… pero con infinito amor y respeto. Después de un ‘café’ con ella, te sientes acogido y comprendido. Y más ligero, más optimista y más consciente de ti mismo y de tus recursos personales”.
E. F. M., acompañada en un Café de Estudio

“Su frescura y su sonrisa tranquilizan, relajan, sobre todo en los temas complicados. Su actitud y las preguntas que formula hacen que me sienta escuchada con verdadero interés y me aporta ideas y puntos de vista que abren ventanas para poder descubrir”
R. G. G., acompañada en un Café de Estudio

“Siempre hay un antes y un después de hablar con Vanessa. Sus palabras hacen que me sienta identificada, animada y serena en las circunstancias más difíciles. Me ayuda a ponerme en lo peor y a afrontarlo con otra perspectiva, de manera que tras hablar con ella no parece tan terrible”.
B. L., acompañada en un Café de Estudio

“Mi experiencia con Vanessa siempre ha sido muy positiva. Es una persona amable y tranquila con una gran capacidad de escucha, entendimiento y tolerancia que siempre está ahí, con una sonrisa, para apoyarte dando lo mejor de ella. Aporta sosiego y consejos para ayudarte a entender mejor las diferentes circunstancias que nos ofrece la vida. Sin duda recomiendo su trabajo”.
L. M., acompañada en un Café de Estudio