
¿Terapia psicológica?, ¿sesiones de coaching?, ¿libros de autoayuda?
A veces lo único que necesitas es un buen café, ¿te apetece tomarlo conmigo?
¿Qué es un café?
Un café es un espacio de acogida y escucha donde trato de aportarte otra forma de ver las cosas con la intención de que al terminar te sientas más sereno, más contento, más optimista y motivado y, sobre todo, más claro y consciente.
¿Qué NO es un café?
NO es una terapia psicológica, no soy psicóloga… pero las palabras adecuadas SIEMPRE sanan.
NO es una sesión de coaching, tan de moda, no soy coach… pero las palabras adecuadas SIEMPRE motivan.
NO es un consultorio, no soy Elena Francis :-)… pero las palabras adecuadas SIEMPRE tratan de darte al menos una respuesta: otro enfoque.
¿Necesitas más etiquetas? Sólo es una cafetería donde, si me dejas intentarlo, creo que saldrás mejor de lo que entraste. Un café cálido que, sin embargo, te sentará como una bocanada de aire fresco.
Gracias a estos cafés he podido afrontar y perdonar realidades que si no hubieran sido leídas, habrían quedado sin resolver. Porque lo que nos protege y consuela no siempre es lo mejor.
Conócelo mejor
¿PARA QUIÉN ES UN CAFÉ? ▽
Sé bien que por más fuertes y positivos que nos creamos, por más que tratemos de proyectar una imagen de éxito o de que todo va bien y somos felices… lo cierto es que no siempre es así.
Tú a veces necesitas desahogarte, sentirte comprendido, compartir tu carga, poner orden en tu interior, entender cosas que tus emociones no te dejan ver, soltar lastre, poner tu energía al servicio de tus objetivos… O, sencillamente, quieres dejar de vivir tu vida como un péndulo:
─ Dependiendo todo el tiempo de las circunstancias: si las cosas te van bien, te sientes bien; si te van mal, te sientes mal. Y el más difícil todavía: cuando las cosas te van bien, pero no te sientes tan bien como “deberías”.
─ Experimentando breves momentos de euforia o iluminación, pero sintiendo al poco tiempo que todo se tambalea de nuevo.
─ Oscilando en el camino hacia tus objetivos según tus estados de ánimo: si tienes ánimo y motivación, estupendo. Si no, ya tienes excusa para tu inactividad.
Sí, todos sabemos que eso es normal, es humano. Pero ¿que algo sea habitual significa que ha de ser asumido sin más? ¿A eso estamos condenados por ser humanos, a sufrir o a alegrarnos “cuando toca”, a caminar y parar por inercia, sin control alguno…?
Hay situaciones vitales que, sin duda alguna, precisan tratamiento psicológico y/o psiquiátrico porque lo cierto es que es la solución más adecuada en muchos casos.
Pero hay otros momentos y circunstancias en los que no es necesario y basta con otro tipo de apoyo.
O, incluso, quizás estés recibiendo alguna terapia y consideras que podría venirte bien un refuerzo adicional.
¿POR QUÉ UN CAFÉ? ▽
Sentirse bien, sin euforias artificiales, simplemente satisfecho y en paz con tu vida parece haberse convertido en un asunto complejo.
Y en un negocio. A veces parece que vivir contento es un lujo que no podemos permitirnos porque para ello hay que pasar por largos “procesos” de autoconocimiento… para luego sólo acariciar, durante un momento de “iluminación”, lo que creemos que es la felicidad.
Y, por supuesto, casi siempre todo debe pasar, cómo no, por terapias psicológicas, sesiones de coaching, libros de autoayuda, terapias alternativas… recursos que conozco, que he probado y que siempre defenderé no sólo por todo lo valioso que a mí me han aportado, sino porque para muchísimas personas son, sencillamente, la respuesta más efectiva a sus necesidades.
Pero con el tiempo me he dado cuenta de que la mayoría de estas terapias parten, en mi humilde opinión, de ciertas premisas que pueden llegar a ser contraproducentes porque:
1. Te llevan a la idea de que sentirse bien es algo de cierta complejidad que se logra incorporando aprendizajes que vienen de fuera.
Sin embargo, yo creo que aunque está claro que incorporamos aprendizajes y herramientas del exterior, creo que sentirse bien en realidad no puede ser algo tan complejo, sobre todo teniendo en cuenta que lo traemos de serie: vinimos al mundo contentos y con predisposición a la alegría. Se trata más bien de eliminar los obstáculos que nos impiden conectar con lo que ya tenemos desde que nacimos.
2. Te llevan a la idea de que sentirse bien se logra aplicando las técnicas que proporcionan la infinidad de terapias existentes en el mercado.
Sin embargo, yo creo que es lícito y forma parte de nuestra creatividad como profesionales idear “técnicas”, “métodos”… darle nombre a lo que hacemos para tratar de diferenciarnos de la competencia. Pero opino que cuanto más sofisticada hacemos nuestra forma de manejar nuestro interior, más nos desnaturalizamos. Si todos los caminos llevan a Roma, ¿por qué no elegir el más sencillo, el menos sofisticado?
3. Te llevan a la idea de que sentirse bien implica iniciar un largo “proceso” de cambio.
Sin embargo, yo creo que desde luego que los cambios no siempre son rápidos, pero no todos aprendemos al mismo ritmo. Quizás seas de las personas que en poco tiempo hacen “click” en su cabeza y enseguida eres capaz de ver y corregir en la práctica aquello que te perturbaba y seguir adelante sin más “procesos” ni más nada.
O tal vez eres de las personas a las que la idea de “proceso” les echa para atrás porque sientes que puede ser un camino demasiado largo, que no puedes comprometerte, que puede costarte caro o, simplemente, al que te cuesta hacerle sitio en tu vida actual. Y por todo eso, ni siquiera te animas a empezarlo.
4. Te llevan a la idea de que sentirse bien implica saber, ante todo, qué es “lo que tenemos”, ponerle nombre, tener un “diagnóstico”.
Sin embargo, yo creo sinceramente que esto no ayuda nada, que más bien perjudica. Todos tenemos circunstancias sobre las que trabajar en nuestra vida, unos más y otros menos, unos más externas y otros más internas… pero creo que “etiquetarnos” y “psicologizarnos” puede llegar a hacer que, en ocasiones, terminemos viéndonos a nosotros mismos “problematizados”, enfermos y, sobre todo…
SIN PODER: habiendo delegado nuestro poder, nuestra responsabilidad personal, en aquél que nos diagnostica, nos etiqueta y nos receta técnicas y métodos. Y haciendo que gran parte de las cosas que nos pasan estén amparadas bajo esa consoladora etiqueta que parece que lo justifica todo.
A todos nos gusta sentirnos escuchados y a veces, reconozcámoslo, la sensación de sentirnos analizados, de que pongan nombres y etiquetas a nuestros problemas y traumas…
Pero ¿de verdad crees que es práctico andar luego cada día como escarabajos peloteros, de un sitio a otro, a vueltas con nuestra bola de… ¡ejem!?
¿CÓMO ES UN CAFÉ? ▽
Un café es un encuentro personal para leerte a ti mismo con el fin de que te sientas mejor de una forma:
Sencilla
Una charla distendida y clarificadora en la que incidimos, entre otras cosas, en:
─ Tu zona ciega: las partes que más te cuesta ver de ti.
─ Tu autoboicot: tus resistencias a estar bien.
─ Tu atención: y cómo dominarla.
─ Tu poder: tu foco, tu voluntad y tus estrategias a la hora de conseguir tus objetivos.
Con reflexión, pero sin sufrimiento.
Con sencillez, pero sin simplicidad.
Y con el objetivo no sólo de aliviarte, sino ayudarte a ampliar la mirada que tienes sobre ti y tu realidad para que pases página… y, por mi parte, resultarte cuanto antes totalmente innecesaria.
Natural
Sin métodos, técnicas ni artificios.
Un “momento de amistad” en el que te proporciono recursos útiles que a mí me han servido y que pueden servirte también a ti si en estos momentos necesitas:
─ Mejorar tu relación contigo mismo, conocerte mejor y, en definitiva, ser tú (y no tus emociones ni nadie) quien te gobierne.
─ Sanar tu relación con esa persona a la que tanto quieres.
─ Poner fin a una relación o una situación que te hace sufrir.
─ Salir de tu zona de confort y emprender algún cambio que te ilusiona, pero que te da miedo.
─ Superar un reto para el que no encuentras la motivación.
─ Asimilar un cambio impuesto que no tienes más remedio que aceptar, pero que en realidad no deseas.
─ Valorar y sopesar tus opciones en un cruce de caminos vital.
─ Mejorar tu estado de ánimo que, sin motivos demasiado aparentes, no está precisamente en su mejor momento.
─ Liberarte de preocupaciones y obsesiones.
─ Serenarte porque, por más que te esfuerzas, tu vida no es la que esperas, tu mala racha no parece querer quedar atrás…
─ Simple compañía reconfortante para afrontar una situación difícil o delicada, de especial sensibilidad.
… ¿En qué más puedo servirte? Te escucho.
Humana
Profesional, pero cercana.
Porque a veces lo único que necesitas es una cara amiga, profesional sí, pero insisto en lo de amiga, que, desde lo humano que nos une a todos, te toque con amor y respeto donde más te duele y te ayude a eliminar lo que entorpece tu visión realista y positiva de tu vida. Sí, positiva. Porque si tienes la gran fortuna de sufrir por situaciones que tienen solución, al final es sólo una cuestión de enfoque: apartas lo que estorba y tus ojos, como es natural, ven.
¿Descubrirás algo que no sabías o te revelaré cosas extraordinarias? ¿Sinceramente? No lo creo. Creo que dentro ti (y de todos) palpitan las verdades esenciales que necesitas para vivir contento y en paz. Pero tu verdad, tu poder y tu responsabilidad te pertenecen. Tan sólo a veces viene bien un altavoz que te recuerde lo que en realidad tú siempre supiste y te empuje con tacto hacia donde en realidad tú quieres ir.
¿POR QUÉ FUNCIONA UN CAFÉ? ▽
Porque llegamos más lejos cuando estamos más cerca.
Por mi parte, después de probar muchos recursos y muy valiosos me he dado cuenta de que a mí lo que más me ha aportado es el simple contacto directo y humano, de tú a tú, con ciertas personas que lejos de considerarse maestros ni gurús, simplemente parecían conocer bien mi tramo del camino sólo porque ya habían recorrido el suyo propio y podían no sólo aportarme su visión, sino también CONTAGIARME de su optimismo, de su paz y de su manera de ver las cosas… una manera mucho más positiva y práctica y en la agradable compañía del otro.
Y, en definitiva, porque… ¿hay algo más cotidiano y humano que un café con una persona a quien le importas? Porque a mí me importas. Sí, cuando te conozco, me importas. También un poco egoístamente, lo reconozco: por misterios de la empatía, cuando al terminar nuestra charla, te percibo mejor que cuando empezamos, yo también me siento mejor. Será por eso de que uno no puede dar una flor sin impregnarse de su aroma.
MÁS OPINIONES ▽
“¡Qué buen planteamiento! Lo que transmites se me antoja serenamente bonito, medidamente optimista, reflexivamente soñador. Desprendes una vitalidad, cercanía y una luz que sorprende...”
A. P., acompañado en un Café Personal
“Vanessa tiene el don de saber ESCUCHAR a los demás, algo que hoy en día es prácticamente imposible de encontrar. Además es analítica, sincera y tiene una forma elegante de afrontar una conversación, eligiendo la palabra adecuada para cada caso concreto, pero sin enmascarar en ningún momento la realidad de lo que quiere expresar.
Es única, ofrécete a ti mismo la oportunidad de conocerla, te aseguro que no te arrepentirás”.
L. C., acompañada en un Café Personal
“Vanessa me ha marcado porque es honesta, me alienta y, aun cuando no me conoce ni me ha visto personalmente, sabe quién soy más que yo misma”.
F. A. B., acompañada en un Café Personal
“En los días grises, extraños, en los que te sientes perdida y descentrada Vanessa te brinda luz, calor, comprensión y fuerza para empezar a ver las cosas más claras y valentía para apartar lo tóxico de tu vida. Hablas con ella y te sientes bien, te brinda ese apoyo objetivo que necesitas y las cosas empiezan a tener un sentido lógico. Vanessa es una persona con la que me siento en paz”.
E. Z., acompañada en un Café Personal
▶︎ También podrían interesarte ▷ Café de Trabajo | Café de Estudio
¿Nos tomamos un Café Personal?
Si ya sabes lo bien que te va a sentar un Café Personal:
Si no ves fechas disponibles, puede ser porque ya están ocupadas o porque aún no he abierto el cupo. Si quieres que te avise cuando se libere una fecha o abra el próximo cupo, apúntate a esta lista y te aviso directamente.
Si aún no lo tienes claro o tienes alguna duda, puedes resolverlas de forma gratuita y sin compromiso. A este café te invito yo:


