Relatos a ratos

“Después del desayuno y de mi paseo matinal, Laura me lee el periódico y me cuenta sólo las buenas noticias. Dice que a esas horas todos estamos muy sensibles como para teñirnos de buena mañana con la negrura del mundo”. 

“Piensa que la Navidad debería celebrarse como los años bisiestos: cada cuatro años”.

“Cuando era joven, detestaba los tópicos, pero ahora pienso que cuando las cosas se repiten una y otra vez llegamos a creer que son ciertas”.

“El uso de la palabra feliz no está demasiado extendido, quizá porque la felicidad tampoco”.

“Nunca cometí delito alguno, como no fuera el de querer y no ser querido”.

“El dolor y la desdicha desaparecieron de la faz de la Tierra. Y con ellos, la única posibilidad que tenían las personas de darse cuenta de lo que andaba mal en sus vidas (…) El dolor que les habían arrebatado era también la única guía de la que disponían para saber qué necesitaban cambiar”.

“Millares de discretas y sencillas perlas se desparramaban por el suelo, saltando con la alegría de quien siente la libertad por primera vez…”.

“La alegría se le escapaba a borbotones de la boca, de los ojos, de las manos y de los pies”.

“—¿Cuál es tu truco para pedir? 
— No es ningún truco. No pido: doy”.

“Cuando nos hacemos mayores, las fronteras de la edad se desdibujan, pero cuando somos jóvenes, un año, un mes, una semana, un solo día… marca la diferencia”. 

“Claro, sencillo (tienes riqueza lingüística pero no ampulosa) y conciso. Tus letras están siempre llenas de contenido, no necesitas adornarlas para transmitir un mensaje; con esto quiero decir que cuidas mucho el texto pero no necesitas recursos ampulosos para rellenar, simplificas complejidades (algo muy difícil)”.
D.I., lectora

“Me ha gustado mucho Vanessa. Engancha....y eso me encanta!!!. Además escribes con "paz". Qué fácil es leerte!!”
M. V., lectora